Contaba en el capítulo anterior que la grabación de Símbolos, fue en febrero del año 1994. ¿Sí se acuerdan qué más pasó por esas fechas? Bueno para el que no se acuerde o estaba muy peque, el 1º de Enero de ese año irrumpe en la apacible vida de nuestro país el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, después de que ya nos habían prometido que ese año íbamos a ingresar al mundo de la modernidad con el TLC y que nos bajaron el cielo y las estrellas, y todo ese numerito del gobierno en turno, pues dicho teatrito se les cayó cuando surge este movimiento. ¡Pero cómo una guerrilla en pleno 1994? Pero si eso ya está pasadísimo de moda, eso fue de los años setenta! Lo que no se imaginaban es que este grupo armado era bastante peculiar pues la violencia no era su principal arma sino la palabra. Como todos sabemos lo de la modernidad y nuestro paso al primer mundo era una mentira más, como tantas. Se olvidaron de todos los millones de mexicanos que viven en la marginación, y especialmente de los pobladores mas antiguos de estas tierras nuestros hermanos indígenas, y bueno la historia ya se la saben, y si no pues hay muchos libros que pueden consultar. Menciono esto porque a partir de ese momento el zapatismo siempre ha tenido mucho qué ver con la vida de Santa Sabina.
Entonces les platico algo: Cuando nos fuimos a grabar, estuvimos ausentes como un mes y pues nos sentíamos un tanto desconectados de todo lo que sucedía aquí, así que yo me llevé una foto de unos zapatistas que se publicó en el periódico y puse un altarcito con una veladora, en la habitación donde me hospedaba, para mandarles buena vibra. Luego ya regresando y los años siguientes participamos bastante en apoyo a la causa zapatista y realmente hemos aprendido mucho de ellos. Siempre estaremos agradecidos de que alguien despertó, y alzó su voz, recordándonos una vez más, que el mundo lo tenemos qué cambiar nosotros los de abajo, los que no tenemos el poder, pero que ansiamos y soñamos con una vida más justa y digna para todos.

Nosotros desde nuestra pequeña célula, nuestro pequeño caracol para estar actualizados, intentamos hacer las cosas de una manera independiente y coherente a nuestros ideales, y sabemos que es difícil cambiar el mundo pero cada quien pone su granito de arena. El movimiento zapatista ha sido y será una gran enseñanza no sé si a nosotros nos toque ver los cambios que ésta semilla sembró, pero ahí está y su crecimiento es irreversible.

Continuará...

Rit

 
 

CAPITULO XIII
“¿Una guerrilla en pleno 1994?”

versión Rita